La Patrulla de Protección Ciudadana (PPC) de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán tiene una nueva función durante la campaña de Germán Alfaro a vicegobernador y de Beatríz Ávila a intendenta: interrumpir el tránsito donde el alfarismo haga sus actos y custodiar a los funcionarios alfaristas durante la campaña.
La PPC estuvo ya demasiadas veces en el ojo de la tormenta por distintos hechos bochornosos: desde el maltrato a cartoneros y motocarreros, hasta la agresión física de ciudadanos.
Luego del despido de una decena de integrantes de la PPC , que en septiembre del año pasado denunciaron a Alfaro por persecusión ideológica, el intendente Alfaro empezó a utilizar a los empleados de la PPC como un grupo de patovicas y como fuerza de choque en los distintos barrios de la Capital.
Alfaro, lejos de repudiar los abusos de autoridad se muestra determinado a fortalecer su propia «Triple A», por eso ratificaron en el cargo al violento boxeador Emiliano Nazul que semanas atrás se hizo famoso por noquear a un taxista.