La causa fue llevada adelante por la Fiscalía de Cámara Penal Conclusional II, a cargo de Estela Giffoniello. Siguiendo sus expresas instrucciones, a lo largo del debate participó el auxiliar de fiscal Pedro Landivar.
La acusación sostuvo que el día del hecho, alrededor de las 16:00 horas, el sargento primero se encontraba prestando servicios en el hogar, cuando pasó por allí la víctima, a quien dijo que lo acompañe hacia el interior, ya que tenía ropa para regalarle. Ella accedió. Una vez adentro, en el lugar donde el uniformado tenía designado para guardar sus pertenencias y descansar, la obligó a quitarse toda la ropa y abusó sexualmente de la menor en contra de su voluntad. Minutos después, la joven logró salir a la vereda, donde estando desnuda y en crisis de llanto pudo pedir ayuda a ocasionales transeúntes que avisaron a las autoridades policiales, resultando el agresor aprehendido momentos más tarde adentro del hogar.
Condena
En su sentencia, el Tribunal resolvió condenar al acusado a la pena de ocho años de prisión efectiva por ser hallado autor del delito de abuso sexual simple agravado por pertenecer a la fuerza policial en ocasión de sus funciones.
“Para la determinación de la pena, en los alegatos se tuvo en cuenta su condición de policía; que tiene un deber de cuidado con la ciudadanía y no lo hizo; que se aprovechó de una menor que estaba en situación de calle, en extrema vulnerabilidad, con el engaño de darle ropa y la hizo ingresar, que se bañe y ahí la abusó”, manifestó Landivar.
“El ataque sexual ejercido por el imputado ocurrió en el ejercicio de sus funciones, lo cual quedó acreditado en el transcurso del debate”, afirmó el funcionario del MPF, al tiempo que consideró: “Entendemos que es una condena bastante ejemplar”.
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